miércoles, 11 de noviembre de 2009

Mi sueño


Una vez tuve un sueño....



Soñé que me despertaba, miraba mis manos y eran muy pequeñas, ¿qué podía hacer con tan pequeñas manos?...Sólo pequeñas cosas... Miré a mi alrededor, tus ojos me miraban...de un color especial para mí, llenos de cariño, ilusión y ternura... Tu mirada lo decía todo, no sabías como iban a salir las cosas, pero pondrías todo tu empeño en que todo marchase bien.


De pronto me abrazaste de forma que te sentí parte de mí....y fue cuando me ví reflejada en un espejo...Mi cabeza era muy pequeña... ¿qué podría aprender con tan pequeña cabeza? Sólo pocas cosas... Mientras duró el abrazo sentí tu corazón fuerte...y comparé ese latido con el mío...que a penas podía escucharse. ¿Cuánto podía abarcar mi corazón? Tan solo podría sentir muy pocas cosas...


Entonces...¿de qué me servía la vida si no podía hacer grandes cosas?


Fue entonces cuando TÚ me abriste mis pequeños ojos, esos que no destacaban por su grandeza pero aprendieron a mirarte como vieron que lo hacías tú...Aprendí a mirar...diferenciar colores, rostros....interpretar otras miradas....


Fue entonces cuando TÚ me susurraste al oído que no hacía falta tener grandes orejas para escuchar a los demás, aprendí escuchándote cada vez que me hablabas, algunas veces no eran palabras bellas, pero eran necesarias... Comprendí todo esto cuando comprobé que tú también me escuchabas…


Fue entonces cuando TÚ me abriste mi pequeña boca y me dijiste las palabras más bellas que he podido escuchar, “te quiero”, por eso quise que esas fueran unas palabras que algún día pudiese decir. Con tu voz me enseñaste el sonido de las palabras, el sonido de los sentimientos, la magia de la palabra, a veces tan bonita y a veces tan destructora, eran cosas que debía saber.


Y cuando pude escucharte, mirarte y hablarte me explicaste que mis manos no serían siempre pequeñas, que mi cabeza también crecería y mi corazón no sería así de pequeñito. Dijiste que mis manos abrazarían a otras personas, acariciarían a los niños pequeños por la calle, algún día desharían el pelo de una persona especial, me servirían para limpiar las lágrimas de la gente que más quiero, me servirían para hacer cosquillas a mis amigos cuando no estuviesen alegres. Con ellas podría llegar a tocar incluso el corazón de los demás… Después te fijaste en mi cabeza, te atreviste a decir que podría aprender millones de cosas, y con eso podría continuar en el camino de la vida. Podría ayudar a los demás con mis palabras y comprendería qué grande es vivir.


Y finalmente te fijaste en mi corazón… No comprendía lo que me decías… ¿Cómo iba a querer a alguien con un corazón tan pequeño? Y así cambió mi modo de pensar…. porque empecé a quererte… y mi amor fue creciendo hacia ti… Y gracias a eso, hoy quiero a mi familia, quiero a mis amigos… Gracias a ti… Sé que existe el amor y que mi corazón, aunque fuese pequeño, ya conocía el amor más grande.


,...El amor de una hermana....